miércoles, 7 de octubre de 2009

El Hipermito de Saint Seiya. Parte 1

Saludos. En esta ocasión enrtraremos al mundo mitólogico de Saint Seiya, aquí va la primera parte de dos que publicaré de un articulo que salió en la revista mexicana "Virtual Kids Edición de Lujo: Antología Saint Seiya" de Junio de 2009. Disfrutenla.
Si hablamos de animaciones con un gran contexto filosófico y cultural podemos escoger -de entre las que tenemos contadas con los dedos- a Saint Seiya: Serie que con el pasar del tiempo se revalora su contenido y se mira bajo la perspectiva de la superación espiritual del Ser Humano. Saint Seiya es preferida de muchos pero, ¿por qué la atracción tan intensa hacia ésta serie? Es notable que la temática mitológica sea el plato fuerte para el argumento; aunque de ahí, podemos encontrar más elementos que jamás habíamos analizado.


Para que no olvidemos
Probablemente sabes al derecho y al revés el origen de esta serie animada; pero para los que apenas comienzan en este medio o para alguien interesado en la lectura de esta serie, necesitamos mencionar que Saint Seiya es inicialmente un manga (o cómic japonés); creado por Masami Kurumada. Saint Seiya fue visto por muchos japoneses por primera vez a través de la revista Shonen Jump, hace veintitrés años. Meses después, en octubre, el casi obligado salto del manga al anime se da y con ello el éxito previsto para todo el mundo.

En México, su aparición televisiva fue en 1992. Con una estrategia mercadológica inmensa y una previa lucha por trasmitirla y obtener sus derechos entre las dos televisoras más importantes del país -que eso quizá contaremos después. Conocida como “Los Caballeros del Zodiaco”, la serie llegó para arrasar ratings y convertirse en el fenómeno que es ahora. ¿Cómo no recordar los “pákatelas!” de Gamesa con imágenes de los Caballeros de Atena? ¿O cada mañana de sábado y domingo en la barra infantil de TV Azteca disfrutar de dos capítulos seguidos de Los Caballeros del Zodiaco? Y mucho menos no poder olvidar la introducción de las figuras de acción de Bandai; las ovas en el cine y posteriormente en formato VHS, y ahora la Saga de Hades, animación que hace resurgir la franquicia en el Nuevo Milenio.


Con todo esto, podemos decir que Saint Seiya es sin duda la animación que hizo voltear a muchos hacia al anime. Saint Seiya, en México, ayudó en los años noventa a que esta industria nipona de entretenimiento – el anime y manga-, tomara sus bases y construyera sus pilares para lo que es en estos días un medio para conglomerar jóvenes, niños y adultos en una idea, estilo de vida o como mero ocio y esparcimiento. Saint Seiya ayudó a que las productoras y casas de vídeo importaran otras series de Japón; ayudó a que el mercado del coleccionista del manga y del juguete (del verdadero coleccionista) se respetara como para seguir haciendo cada año convenciones y expos referentes al tema en el ancho del país, generando también núcleos y redes sociales dentro de Internet y en el mundo real. Saint Seiya también ayudó a que el sector de actores de doblaje sea reconocido por el gran trabajo que hacen al celebrarse dichas convenciones y/o exposiciones.

El asunto del Hipermito.
Como se menciona en líneas anteriores, Saint Seiya ofrece una gama de personajes y situaciones basadas inicialmente por la mitología greco-romana; artes marciales y filosofía oriental budista son preceptos de algunos personajes; astrología, mitos occidentales, nórdicos y judeocristianos. Todo esto mezclado con personalidades, drama y emoción, Kurumada lo denomina con el concepto de Hipermito.

En cada capítulo, en cada temporada conocemos un nuevo personaje quien posee el poder de una constelación, de un dios, o de un poder sobrehumano para luchar contra la Humanidad o bien, para ayudarla que, con esos poderes puede utilizarlos separadamente o mezclados; es por eso que vemos personajes de contexto oriental usar el poder simbólico de una espada occidental.
Saint Seiya es la lucha eterna del bien contra el mal. Una lucha que no es de un dios contra otro, sino de un grupo de seres que han prometido defender a la Tierra, al mundo y a Athena contra las amenazas que buscan la dominación total.


La pieza más importante
Sin duda alguna el propósito principal de los Santos (o Caballeros) es la de proteger a Athena. Cada Santo posee una armadura, mismas que tienen un rango especial y funciones diferentes en la lucha contra el Mal. Hay armaduras de oro, de plata y de bronce. Como primer chispazo cognitivo al escuchar la palabra “Caballeros” -o Santos-, vestidos con armaduras podemos inclinarnos hacia dos vertientes: Una histórica que es la de los Caballeros de la Cruzadas; y otra mitológica ligada a ésta anterior, la de los mismos Arcángeles que en el mito romano apostólico y cristiano son representados con armaduras y espadas cuando luchan contra los demonios.

Originalmente el término Santo es el idóneo para clasificar a estos guerreros, ya que Kurumada se basó en la etimología antigua griega que se le daba a los guerreros que luchaban por una idea religiosa. Por la situación que en el moderno occidente existe sobre la definición de la palabra “santo”, algunos países tradujeron el título Saint Seiya como Los Caballeros del Zodiaco. Durante esta lectura nos referiremos a estos personajes como Santos o Caballeros, para no crear debate y darle gusto a todos.

Si bien podemos definir con ese contexto a las armaduras, Kurumada no quiso quedarse así nada más. Dentro de Saint Seiya, las armaduras además de su rango y función, están creadas por alquimistas y artesanos del legendario y mítico continente perdido de Mu (o Lemuria). Este continente, en nuestra realidad se dice que existió entre África, el Océano Índico hasta llegar al sur del Pacífico, se cree que este continente, como la famosa Atlántida fue sumergido debido a catástrofes naturales.


Los alquimistas, por otro lado, son aquellos que practicaban el arte antiguo de la Alquimia, o al-khem en árabe, que así se le denominaba en la antigüedad a Egipto, lo cual nos da como resultado que Alquimia es la Magia de Egipto. No obstante, la Alquimia es ubicada como una manera “primitiva” de hacer química. Los alquimistas europeos tuvieron como primaria actividad la búsqueda de la piedra filosofal; que no era meramente una piedra sino una serie de conocimientos en los que el que podía manejarla encontraría la manera de convertir el plomo en oro, curar enfermedades y obtener la inmortalidad. Kurumada, sin duda, y partiendo de estos puntos contextuales le dio a sus armaduras el concepto básico para entender porqué algunas armaduras son indestructibles y hasta algunas veces se regeneran.

Quizá Kurumada con su intensión del Hipermito no quiso que las armaduras sean meramente un producto de la Alquimia. Basándose en un contexto sistémico universal –que explicaremos a detalle en párrafos posteriores-, Kurumada argumenta que las armaduras están protegidas gracias a que, entre otras cosas, en su material hay "polvo de estrellas" o polvo cósmico.

El polvo cósmico es aquel formado por partículas muy tenues y que rodean cometas y sistemas solares. Son residuos de planetas, cometas y estrellas; como el polvo que hay en nuestras recámaras, ése polvo tan molesto y que sacudimos regularmente es nada más y nada menos que residuos de nosotros mismos y de todas las cosas que poco a poco se van adhiriendo al mundo y regresando a su lugar de origen: “Polvo eres y polvo te convertirás” como precepto cristiano o en otras palabras científicas “La materia no se crea ni se destruye solo que se transforma”.

Las armaduras de los Santos están hechas de todas las cosas, de todos los elementos y todas las estrellas que han nacido y muerto en el tiempo al que llamamos Vida; son así Armaduras con Vida. Kurumada así une dos preceptos a su Hipermito que durante nuestra Historia han debatido sobre la veracidad entre ellas en lo que se refiere al origen de la Vida y las cosas: la científica y la religiosa. En el siguiente post veremos lo que esas armaduras representan dentro de esta universalidad.


Continuará...

5 comentarios:

oscar dijo...

¡Sopas! Muy bueno como siempre... aunque eso del polvo cósmico se preste a alabur, jo. En efecto, esta serie hizo que muchos volteran de nuevo sus ojos a la animación japonesa y, debo reconocer, que también termine viéndola como a la tercera repetición (de haber sabido que habría 20 me hubiera esperado un poco más). Nunca fue mi favorita, pero no niego que tenía buena calidad para si época. Sí se notaba la pasión de este autor en su obra y que, al menos, trató de documentarse
El polo más frío

Warrior dijo...

Excelente tu pos amigo, es por eso que esta es uno de mis animes de accion favoritos superando aun a las que estan de modoa ahorita.

Me encanta eso de que se mesclen conceptos de mitologia griega, budismo y judeocristianos.

Tambien me encantaba que en esta serie se manaja la vida humana como algo muy preciado y otros valores interesantes, como la perseverancia, la amistad.

espero la continuación, SALUDOS.

zacek dijo...

Estos tipos nunca me gustaron, estaban como muy andróginos, no se sabia quien era niña o niño, a demas que con tanta platica me aburrían.

osmar dijo...

mmm en alguna ocasion en mi niñez si tuve tiempo para ver esta serie, pero como que no me termino de convencer y dirigi mas mi atencion a otros animes como dragon ball o sakura card captor.

Me acuerdo sobre todo de los juguetes que me compraban en el tianguis de los caballeros del zodiaco, estaban geniales pero luego luego se me rompian las armaduras jeje.

AndPerseo dijo...

Mmm creo que puedo resumir lo que esta serie es para mí con decir que la primera vez que me conecté a internet allá en los lejanos 90´s mi primera búsqueda fue "caballeros del zodiaco".

Saludos